Secuestrada

Veamos un posible problema de gestión de recursos humanos. Hipótesis: una funcionaria pertenece a una ONG. Un día decide irse con miembros de esa ONG a África. Durante su viaje es secuestrada. Pasa en manos de sus captores 103 días.Primera pregunta: ¿En qué situación administrativa queda durante el secuestro? Segunda pregunta ¿dispondrá de días de recuperación para recuperarse de la traumática experiencia antes de la reincorporación a su puesto de trabajo? 

no me gusta este post, ¡¡¡administradores!!!!

con el sufrimiento de los compañeros no debemos guasearnos.

un saludo.

¿Dónde ves la guasa?

Puedes sustituir la situación propuesta por labiche por cualquier otra. Por ejemplo: "un funcionario de vacaciones en Chile se ve atrapado por un terremoto (uno de esos que tanto te gusta anunciar por aquí) perdiendo la consciencia, durante 103 días hasta que es encontrado e identificado"

¿Cuál sería su situación administrativa?

A mí me parece extremadamente interesante la prospuesta de labiche. Y me ha hecho descubrir los antecedentes que la situación que plantea han producido en el pasado.

Insisto, ¿por qué no le haces esa misma pregunta a ella en su cara? a ver que te pudiera decir.

bye

Depende del enfoque que se le haga a la pregunta de Labiche, si consideramos que sólo plantea cómo se resuelve la situación desde un punto de vista administrativo no me parece tan descabellada su pregunta, aunque si alguien se cachondea de la persona que fue secuestrada o de los que todavía no han sido liberados ya nos encargaremos Gaspar o yo de encauzar el hilo otra vez al simple supuesto administrativo.

No sé cómo se resolvería la parte de Recursos Humanos, aunque espero que todo se haga de forma satisfactoria para la interesada y que ni tan siquiera pierda un día de sueldo, ¿alguien sabe dónde prestaba servicios esa compañera?, yo he escuchado que era funcionaria, pero no sé de dónde ni tampoco si lo de funcionaria era exacto, pues ya sabéis que la prensa no es muy acertada con ese calificativo y lo aplica a personas que no lo son.

Conozco a una doctora que a veces hace viajes a África, su entidad le paga el sueldo normal, pero ella se paga los gastos, quizá se haga justamente eso, seguir pagándole el sueldo normal por tratarse de una "ausencia justificada".

En fin, espero que se reponga de la experiencia lo antes posible, quizá en estos momentos esté de baja médica.

epa2 no has entendido la pregunta de labiche. No hace esa pregunta a la compañera de Justicia, es una pregunta general, a quien quiera o sepa una contestación. No se ve ningún tipo de broma ni que se tome tal situación por la ironia.
Como si en algún otro día podría ser sobre un otro acontecimiento que hubiera podido pasar en alguna otra oficina Estatal.
Un ejemplo verídico; Situación: Dos individuos entran en una Administración de la Seguridad Social armados con pistolas amenazan a dos funcionarios encañanondoles con sendas pistolas en la cabeza de los funcionarios y amenazan con dispararles si no les dan el dinero que hubiera ( recuerdo que en la entrada de la Administraciones poene Tesorería General de la Seguridad Social y que es muy posible que la confusión haga creer que allí hay dinero. A la vez amenazan mal al resto del personal que salimos por piernas y con un acojonen de cagarnos. Como se les indica que allí no hay más dinero que el pudieramos llevar las personas en el bolsillo los individuos se dan a la fuga. No se llevan ni dinero ni ningún otro material de oficina por ejemplo. PREGUNTA ¿Cuál tendría que ser la reacción de la Dirección Provincial ? ¿Debería poner denuncia ante los juzgados por el echo de encañonar a los funcionarios? Por el intento de atraco con mano armada tendría que personarse la Seguridad Social en el juicio celebrado a los dos choricillos?
Ahí queda la pregunta, quien quiera que responda. La verdadera respuesta de lo que pasó, mañana o pasado os la daré.

Ciñendonos a la pregunta de labiche tendríamos que saber que le ocurrió a también nuestro compañero Ortega Lara secuestrado y mantenido en cautividad penosa durante más de trescientos días por una banda de grandisimos hijos de puta . El caso viene a ser casi igual, aunque al menos estos malos seguidores del Islam han tenido la suficiente humanidad de no intentar matar de hambre a los cautivos.

En un caso tan extraordinario como este la Administración, en este caso autonómica, tomará tanto el tiempo de secuestro como el tiempo de recuperación como una baja temporal como si estuviera enferma de ciatica o una gripe fuerte.

Efectivamente, la compañera es de Justicia. Creo recordar incluso que trabajaba en contacto directo con una jueza. Pero lo de la baja de IT requiere la colaboración de un organismo ajeno (Servei Català de Salut o entidad que dé las bajas en el correspondiente sistema). Lo que me gustaría confirmar es mi sospecha de que no existe ningún supuesto previsto en la legislación para casos como éste o el del pobre Ortega Lara. Imagino que se dará una repsuesta razonable, pero tengo simple curiosidad por saber cual.

Atracos con pistola... médicos de paseo por África... cualquier cosa salvo centrarse en el asunto original del hilo.

Yo supongo que si este foro fuera de aficcionados al punto de cruz es posible que no alcanzaran a diferenciar entre cada una de las situaciones que se han mencionado, pero que no se sea capaz en este foro... ¡En fin!

Por cierto, y ya que se ha citado, el caso de Ortega Lara no es equivalente al planteado al inicio por varios motivos. El primero de los motivos es que fue secuestrado por los malnacidos de ETA, el segundo es que fue secuestrado por su condición de funcionario de prisiones, el tercero es que fue secuestrado en el garage de su casa cuando volvía de su puesto de trabajo. Conocer lo que sucedió tras su secuestro es sencillísimo.

Que yo sepa, a esta funcionaria (y creo que era parte del supuesto planteado por labiche), la secuestraron durante (lo que yo creo a partir de los datos publicados en prensa) un viaje de sus vacaciones. No ligado a su condición de empleado público, ni desarrollando un trabajo social en una ong, ni en un desplazamiento laboral.

Personalmente creo que su situación administrativa, y siendo que es público y notorio su secuestro, se debe considerar como un permiso por asuntos particulares. Sin sueldo y con reserva de puesto durante el plazo establecido.

http://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Antonio_Ortega_Lara

El caso de la compañera no es tan traumático ni dramatico, y es de esperar que el Departament de Justicia le conceda el permiso necesario como para recuperarse. A la vista, afortunadamente, no parecia agobiada aunque en estos casos no se llega a saber del todo las secuelas que le pudieran ocurrir.

Por cierto si pertenece a una ONG. Acciò Solidaria. Así pues pa que veamos que no todos los funcionarios estamos en irnos de vacaciones a Benidorm.

Veo que el tema del post no es el que en principio parecía creer.

Labiche, perdona mis palabras.

Seguid adelante pues.

un saludo.

En plan Moderador. Proselitismos de falsas religiones aparte, por favor epa2 reduce tu avatar por favor.

Gaspar de Guzmán escribió:En plan Moderador. Proselitismos de falsas religiones aparte, por favor epa2 reduce tu avatar por favor.

Reduction Confirmed

Vardo, lo enfocas casi como si fuera culpa de la secuestrada, a cualquiera le puede suceder un percance en vacaciones, recordemos los incidentes con compañías de aviación que quiebran, detenciones porque le metan droga a alguien en el equipaje o aislamientos preventivos por epidemias (en el caso de la gripe A se asimiló a una baja por IT).

Opino que la afectada tenía algún tipo de permiso formal en su momento y que se ha visto privada de su libertad por causas totalmente ajenas a su voluntad, con el atenuante para ella de que, si bien eran unas vacaciones peligrosas, lo hacía por causas humanitarias. Muchos bomberos y médicos que acuden a las grandes catástrofes tampoco están destinados por sus organismos, a veces se pagan ellos mismos el viaje y lo máximo que llegan a hacer es mantenerles el sueldo como si se hubieran quedado trabajando.

Gaspar de Guzmán escribió:PREGUNTA ¿Cuál tendría que ser la reacción de la Dirección Provincial ? ¿Debería poner denuncia ante los juzgados por el echo de encañonar a los funcionarios? Por el intento de atraco con mano armada tendría que personarse la Social en el juicio celebrado a los dos choricillos?
Ahí queda la pregunta, quien quiera que responda. La verdadera respuesta de lo que pasó, mañana o pasado os la daré.

Conociendo casos similares que han sucedido en nuestras entidades, me temo que la Administración se personaría como acusación particular contra los funcionarios por chupetear pistolas ajenas en horario de trabajo en lugar de estar al pie del cañón. La dirección posiblemente les envió una sentida disculpa a los chorizos por el mal comportamiento y la mala atención prestada por unos malos funcionarios que, sin lugar a dudas, deberían haber sido expedientados, entre otras cosas, por fastidiar los objetivos de satisfacción del usuario y por no cumplir con la estadística en materia de tiempos de espera.

Posiblemente estemos partiendo de presupuestos distintos, Frozen.

Por lo tanto formulo:

- La funcionaria se marchó de vacaciones.

Nada de actividad humanitaria, nada trabajador desplazado por causas humanitarias. Vacaciones, simples y llanas. Vacaciones.


En este presupuesto me mantengo en mi afirmación anterior.

Has dado en el clavo, amigo vardo; volvemos a replantear la cuestión que decia labiche: ¿En qué situación se queda un funcionario de la Administración Pública si en el disfrute de sus vacaciones reglamentarias es objeto de algún percance? Ya sea tal percance quedarse tirado en el aeropuerto de Kuala Lumpur, en medio de un terremoto 9.5 de la escala de Ritcher, afectado por un Tsunami, secuestrado por un grupo de terroristas, tirado en el aeropuerto del Prat de Barcelona por una huelga de los maleteros, o simplemente aislados en el Pirineo Aragonés.
¿Qué tendrá que hacer la Administración Pública? Tomarlo a bien y dar como una baja de empleo pero no de sueldo; pedir a los secuestradores una certificación con una póliza de 5 dinares correspondiente; pedir a la Oficina Regional a pedir un certificado conforme ocurrió tal desastre. Aunque, tonterías aparte, puede que la Administración tenga un pequeño atisbo de humanidad y comprenda que es muy difícil que los terroristas se sepan la Ley 30/92 y por tanto den por buena la explicación del secuestro. También se debería recriminar a esa funcionaria que las vacaciones son para disfrutarla y que sea solidario el gobierno de zapatero o el de rajoy o ..

Sin animo de echar mas leña al fuego, coincido al 200% con este articulo de Perez Reverte publicado hace unas semanas en el Semanal.........

"Hace treinta y dos años desaparecí en la frontera entre Sudán y Etiopía. En realidad fueron mi redactor jefe, Paco Cercadillo, y mis compañeros del diario 'Pueblo' los que me dieron como tal; pues yo sabía perfectamente dónde estaba: con la guerrilla eritrea. Alguien contó que había habido un combate sangriento en Tessenei y que me habían picado el billete. Así que encargaron a Vicente Talón, entonces corresponsal en El Cairo, que fuese a buscar mi fiambre y a escribir la necrológica. No hizo falta, porque aparecí en Jartum, hecho cisco pero con seis rollos fotográficos en la mochila; y el redactor jefe, tras darme la bronca, publicó una de esas fotos en primera: dos guerrilleros posando como cazadores, un pie sobre la cabeza del etíope al que acababan de cargarse. Lo interesante de aquello no es el episodio, sino cómo transcurrió mi búsqueda. La naturalidad profesional con que mis compañeros encararon el asunto.
Conservo los télex cruzados entre Madrid y El Cairo, y en todos se asume mi desaparición como algo normal: un percance propio del oficio de reportero y del lugar peligroso donde me tocaba currar. En las tres semanas que fui presunto cadáver, nadie se echó las manos a la cabeza, ni fue a dar la brasa al Ministerio de Asuntos Exteriores, ni salió en la tele reclamando la intervención del Gobierno, ni pidió que fuera la Legión a rescatar mis cachos. Ni compañeros, ni parientes. Ni siquiera se publicó la noticia. Mi situación, la que fuese, era propia del oficio y de la vida. Asunto de mi periódico y mío. Nadie me había obligado a ir allí.
Mucho ha cambiado el paisaje. Ahora, cuando a un reportero, turista o voluntario de algo se le hunde la canoa, lo secuestran, le arreglan los papeles o se lo zampan los cocodrilos, enseguida salen la familia, los amigos y los colegas en el telediario, asegurando que Fulano o Mengana no iban a eso y pidiendo que intervengan las autoridades de aquí y de allá –de sirios y troyanos, oí decir el otro día–. Eso tiene su puntito, la verdad. Nadie viaja a sitios raros para que lo hagan filetes o lo pongan cara a la Meca, pero allí es más fácil que salga tu número. Ahora y siempre. Si vas, sabes a dónde vas. Salvo que seas idiota. Pero en los últimos tiempos se olvida esa regla básica. Hemos adquirido un hábito peligroso: creer que el mundo es lo que dicen los folletos de viajes; que uno puede moverse seguro por él, que tiene derecho a ello, y que Gobiernos e instituciones deben garantizárselo, o resolver la peripecia cuando el coronel Tapioca se rompe los cuernos. Que suele ocurrir.
Esa irreal percepción del viaje, las emociones y la aventura, alcanza extremos ridículos. Si un turista se ahoga en el golfo de Tonkín porque el junco que alquiló por cinco dólares tenía carcoma, a la familia le falta tiempo para pedir responsabilidades a las autoridades de allí –imagínense cómo se agobian éstas– y exigir, de paso, que el Gobierno español mande una fragata de la Armada a rescatar el cadáver. Todo eso, claro, mientras en el mismo sitio se hunde, cada quince días, un ferry con mil quinientos chinos a bordo. Que busquen a mi Paco en la Amazonia, dicen los deudos. O que nos indemnicen los watusi. Lo mismo pasa con voluntarios, cooperantes y turistas solidarios o sin solidarizar, que a menudo circulan alegremente, pisando todos los charcos, por lugares donde la gente se frota los derechos humanos en la punta del cimbel y una vida vale menos que un paquete de Marlboro. Donde llamas presunto asesino a alguien y tapas la cara de un menor en una foto, y la gente que mata adúlteras a pedradas o frecuenta a prostitutas de doce años se rula de risa. Donde quien maneja el machete no es el indígena simpático que sale en el National Geographic, ni el pobrecillo de la patera, ni te reciben con bonitas danzas tribales. Donde lo que hay es hambre, fusiles AK-47 oxidados pero que disparan, y televisión por satélite que cría una enorme mala leche al mostrar el escaparate inalcanzable del estúpido Occidente. Atizando el rencor, justificadísimo, de quienes antes eran más ingenuos y ahora tienen la certeza desesperada de saberse lejos de todo esto.
Y claro. Cuando el pavo de la cámara de vídeo y la sonrisa bobalicona se deja caer por allí, a veces lo destripan, lo secuestran o le rompen el ojete. Lo normal de toda la vida, pero ahora con teléfono móvil e Internet. Y aquí la gente, indignada, dice qué falta de consideración y qué salvajes. Encima que mi Vanessa iba a ayudar, a conocer su cultura y a dejar divisas. Y sin comprender nada, invocando allí nuestro código occidental de absurdos derechos a la propiedad privada, la libertad y la vida, exigimos responsabilidades a Bin Laden y gestiones diplomáticas a Moratinos. Olvidando que el mundo es un lugar peligroso, lleno de hijos de puta casuales o deliberados. Donde, además, las guerras matan, los aviones se caen, los barcos se hunden, los volcanes revientan, los leones comen carne, y cada Titanic, por barato e insumergible que lo venda la agencia de viajes, tiene su iceberg particular esperando en la proa."
Arturo Pérez Reverte

Bien. Ya sabemos que se fue de vacaciones. Pero me resulta indiferente que las vacaciones sea solidarias o no o que el secuestro sea político, religioso o económico. Me da lo mismo. El hecho es que la han secuestrado durante su tiempo libre (no estaba trabajando) y me gustaría saber cómo coño le van a arreglar la situación administrativa. Me daría lo mismo si se hubiera ido a practicar turismo sexual al Caribe y la hubieran secuestrado una banda de golfos. O si su psiquiatra fuera en realidad un peligroso psicópata y la hubiera encerrado en un sótano tres meses. La situación es: funcionaria no acude a trabajar porque ha sido secuestrada.

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Por otra parte, Reverte vuelve a destilar su bilis contra todo bicho viviente. Ya sabemos que el mundo es duro. Y que si vas a Yemen tienes bastantes boletos para palmarla y si vas a la selva para coger la malaria.   Pero de todo lo que dice, se desprende una conclusión obvia: las agencais de viaje deberían hacer firmar un "Consentimiento Informado" a sus clientes facilitando una relación de riesgos, a semejanza del que facilitan en los hospitales antes de una intervención quirúrgica o una prueba de riesgo. Eso sí, el primer riesgo de la lista debería ser el del aburrimiento. Ah, y las cosas han cambiado respecto de los periodistas y de quienes no lo son. Aunque obviamente no se puede reclamar el mismo nivel de protección aquí que en el culo del mundo.