Motivación

El otro día en el programa de la Secta de Jordi Evole entrevistaban al epidemiologo Fernando Simón. Entre otras preguntas y consideraciones se indicó que según algunas informaciones llegaba a cobrar hasta 5.000 € al mes. Y sus colaboradores casi igual. Contestaba Fernando Simón que también trabajaba 12 o 14 horas diarias incluso en domingos y festivos. Al mismo tiempo indicaba que si los plumillas y otros miserables tertulianos ponían en cuestión el salario la próxima pandemia, que según algunos expertos podrá volver a ocurrir, va a trabajar al mismo ritmo y dedicación su puñetero padre. Es decir que para trabajar más y con dedicación plena es conveniente que el personal esté motivado. Y ninguno tiene vocación de santo ni colaborar de forma altruista. Ni los curas que con media hora y con vino se despachan en sus quehaceres laborales.

Se queja el Ministro de que hay disminución de personal, ya sea por jubilaciones o por enfermedad, y que la avalancha de nuevo trabajo como la Renta Mínima ha causado el notable retraso en la concesión normal de prestaciones habituales. Para paliar la situación dicen que han robotizado muchas labores, y aún así sigue la cosa retrasada.

Y qué tal si se motiva al personal con productividades a quien realmente dé el callo y trabaje más allá de las horas justas. Alguien dirá que en la UURE ya existe esas productividades, y así es que si se ve que no se llega a los objetivos marcados hasta los domingos se curran.

Pero tendría que ser productividades reales y por trabajar. No vale que sin un/a individuo/a se pone enfermo y se pasa más de quince días enfermo o hasta seis meses, cobre igual que uno/a que trabajado todo el tiempo. Productividad para los que trabajan, no para los que miran, es decir jefes o jefazos que raro será verles trabajar o ir al trabajo más horas de las reglamentarias.