HUELGA DEL METRO DE MADRID: PARADIGMA DE LUCHA
HUELGA DEL METRO DE MADRID: PARADIGMA DE LUCHA
Los trabajadores del Metro de Madrid son empleados públicos, aunque no funcionarios.
A pesar de que el Gobierno excluyó expresamente del recorte salarial a los empleados públicos pertenecientes a las Sociedades Mercantiles (Metro, Renfe, Adif, Aena, etc.), el gobierno autonómico de Esperanza Aguirre no respetó esta exclusión y han procedido a incumplir descaradamente el convenio colectivo de los trabajadores de Metro, sin ningún reparo en transgredir la ley y hasta la Constitución Española.
Y eso lo hacen los muy "constitucionalistas" del PP, con la anuencia y colaboración expresa de los también muy "constitucionalistas" del PSOE.
E aquí la historia completa, cuya lectura también os recomiendo, por ser de lo más interesante y aleccionador.
http://www.alasbarricadas.org/noticias/?q=node/14667
Huelga del Metro de Madrid: ¿Ensayo de la huelga general?
Una lucha ejemplar
Es evidente que una lucha de estas dimensiones se da en la gran empresa, o como en este caso en el sector público, donde los trabajadores mantienen unas condiciones laborales, un grado de concentración de miles de trabajadores y los sindicatos mantienen una relevancia frente a la empresa. La importancia de estas luchas estriba en que ayudan a cambiar el estado de ánimo de los trabajadores, a combatir la resignación, a aprender y a sacar lecciones para organizar la resistencia:
La unidad sindical a través del comité de huelga compuesto por el Sindicato de Conductores, CCOO, UGT, Solidaridad Obrera, Sindicato Libre y Sindicato de Estaciones que mantiene una sola voz frente a la empresa y la opinión pública.
El alto grado de unidad de los trabajadores para poder hacer frente a las mentiras, las manipulaciones y la represión.
La democracia asamblearia, donde los trabajadores discuten y deciden sobre las movilizaciones y las negociaciones.
La contundencia de las huelgas que muestra claramente la firme voluntad de los trabajadores de metro de defender el convenio colectivo y luchar contra los recortes.
Todos ganamos si el metro gana
Mucho se ventila tanto en la huelga del metro de Madrid, como en las próximas protestas en ciernes. La ofensiva patronal busca destruir derechos históricos, conquistados tras más de cien años de heroica lucha de la clase obrera, que debemos defender con fiereza:
El derecho de huelga, que intentan desvirtuar por ley, a través de unos servicios “mínimos” abusivos, mediante la utilización masiva del esquirolaje, las represalias patronales o la represión policial.
Los servicios públicos (sanidad, educación, transporte…) de calidad y sostenibles, que tratan de privatizar parcial o totalmente.
Los derechos sociales (jubilación, prestaciones desempleo, bajas IT, maternidad…) que quieren recortar y desmantelar.
Los salarios, las condiciones de trabajo dignas para la clase obrera y los empleados públicos.
Los derechos políticos y la libertad sindical: garantías sindicales, delegados LOLS y del comité de empresa, a la negociación colectiva.
En los próximos tiempos viviremos ataques sin precedentes, esto supondrá el aumento de campañas de linchamiento mediático contra los sindicatos y los obreros en lucha, que serán cada día más habituales. Querrán convencernos de que defender el derecho “constitucional” a la negociación colectiva o a nuestro empleo es preservar “privilegios”, pero meter dinero público a saco, para los beneficios de la gran banca inmoral y parásita es defender “derechos”.
Las leyes regresivas contra nuestros derechos se extenderán. La patronal sabe que la resistencia popular crecerá frente a sus planes y trata de prepararse. Las luchas “salvajes” como la del metro de Madrid irán a más, y si vencen ellos, nos abren las puertas a todos.
Los trabajadores del metro nos demuestran con su coraje y su determinación a luchar, que se puede plantar cara frente a los recortes, que podemos vencer. La huelga de los trabajadores del Metro de Madrid es un nuevo capítulo de la lucha de clases en este país, que puede servir como ensayo para la huelga general. Es esencial trabajar en solidaridad con los trabajadores del metro, es el momento de cambiar la correlación de fuerzas a favor de la clase obrera y el pueblo, hay que preparar la huelga general del 29 de septiembre para que sea masiva y contundente. No nos queda otra vía.
Dado que este foro se titula EMPLEADOS PÚBLICOS DE SEGURIDAD SOCIAL, con el permiso de los moderadores hago un llamamiento a los compañeros de Madrid para que entren en este foro a comentar lo que les plazca y que se sientan como en su casa.
BRAVO POR LOS TRABAJADORES DEL METRO DE MADRID.
ADELANTE COMPAÑEROS, SOIS UN EJEMPLO DE RESISTENCIA Y LUCHA, PARA TODOS NOSOTROS.
A pesar de que el Gobierno excluyó expresamente del recorte salarial a los empleados públicos pertenecientes a las Sociedades Mercantiles (Metro, Renfe, Adif, Aena, etc.), el gobierno autonómico de Esperanza Aguirre no respetó esta exclusión y han procedido a incumplir descaradamente el convenio colectivo de los trabajadores de Metro, sin ningún reparo en transgredir la ley y hasta la Constitución Española.
Y eso lo hacen los muy "constitucionalistas" del PP, con la anuencia y colaboración expresa de los también muy "constitucionalistas" del PSOE.
E aquí la historia completa, cuya lectura también os recomiendo, por ser de lo más interesante y aleccionador.
http://www.alasbarricadas.org/noticias/?q=node/14667
Huelga del Metro de Madrid: ¿Ensayo de la huelga general?
Una lucha ejemplar
Es evidente que una lucha de estas dimensiones se da en la gran empresa, o como en este caso en el sector público, donde los trabajadores mantienen unas condiciones laborales, un grado de concentración de miles de trabajadores y los sindicatos mantienen una relevancia frente a la empresa. La importancia de estas luchas estriba en que ayudan a cambiar el estado de ánimo de los trabajadores, a combatir la resignación, a aprender y a sacar lecciones para organizar la resistencia:
La unidad sindical a través del comité de huelga compuesto por el Sindicato de Conductores, CCOO, UGT, Solidaridad Obrera, Sindicato Libre y Sindicato de Estaciones que mantiene una sola voz frente a la empresa y la opinión pública.
El alto grado de unidad de los trabajadores para poder hacer frente a las mentiras, las manipulaciones y la represión.
La democracia asamblearia, donde los trabajadores discuten y deciden sobre las movilizaciones y las negociaciones.
La contundencia de las huelgas que muestra claramente la firme voluntad de los trabajadores de metro de defender el convenio colectivo y luchar contra los recortes.
Todos ganamos si el metro gana
Mucho se ventila tanto en la huelga del metro de Madrid, como en las próximas protestas en ciernes. La ofensiva patronal busca destruir derechos históricos, conquistados tras más de cien años de heroica lucha de la clase obrera, que debemos defender con fiereza:
El derecho de huelga, que intentan desvirtuar por ley, a través de unos servicios “mínimos” abusivos, mediante la utilización masiva del esquirolaje, las represalias patronales o la represión policial.
Los servicios públicos (sanidad, educación, transporte…) de calidad y sostenibles, que tratan de privatizar parcial o totalmente.
Los derechos sociales (jubilación, prestaciones desempleo, bajas IT, maternidad…) que quieren recortar y desmantelar.
Los salarios, las condiciones de trabajo dignas para la clase obrera y los empleados públicos.
Los derechos políticos y la libertad sindical: garantías sindicales, delegados LOLS y del comité de empresa, a la negociación colectiva.
En los próximos tiempos viviremos ataques sin precedentes, esto supondrá el aumento de campañas de linchamiento mediático contra los sindicatos y los obreros en lucha, que serán cada día más habituales. Querrán convencernos de que defender el derecho “constitucional” a la negociación colectiva o a nuestro empleo es preservar “privilegios”, pero meter dinero público a saco, para los beneficios de la gran banca inmoral y parásita es defender “derechos”.
Las leyes regresivas contra nuestros derechos se extenderán. La patronal sabe que la resistencia popular crecerá frente a sus planes y trata de prepararse. Las luchas “salvajes” como la del metro de Madrid irán a más, y si vencen ellos, nos abren las puertas a todos.
Los trabajadores del metro nos demuestran con su coraje y su determinación a luchar, que se puede plantar cara frente a los recortes, que podemos vencer. La huelga de los trabajadores del Metro de Madrid es un nuevo capítulo de la lucha de clases en este país, que puede servir como ensayo para la huelga general. Es esencial trabajar en solidaridad con los trabajadores del metro, es el momento de cambiar la correlación de fuerzas a favor de la clase obrera y el pueblo, hay que preparar la huelga general del 29 de septiembre para que sea masiva y contundente. No nos queda otra vía.
Dado que este foro se titula EMPLEADOS PÚBLICOS DE SEGURIDAD SOCIAL, con el permiso de los moderadores hago un llamamiento a los compañeros de Madrid para que entren en este foro a comentar lo que les plazca y que se sientan como en su casa.
BRAVO POR LOS TRABAJADORES DEL METRO DE MADRID.
ADELANTE COMPAÑEROS, SOIS UN EJEMPLO DE RESISTENCIA Y LUCHA, PARA TODOS NOSOTROS.
Invitado- Invitado
Re: HUELGA DEL METRO DE MADRID: PARADIGMA DE LUCHA
Aunque lo conseguido hasta ahora por los trabajadores del metro de Madrid no es nada despreciable (reducción salarial del 1%, en vez del 5% propuesto inicialmente), asistimos de nuevo a otro episodio de pactismo, posibilismo y cobardía, por parte de los sindicatos de siempre, que aprovechan el desgaste de los trabajadores para tirar la toalla en mitad de la lucha (como ya hicieran las cúpulas de CCOO y UGT en la huelga de los compañeros de Justicia, reduciendo a la mitad las demandas salariales conseguidas...):
Está claro que los sindicatos oficialistas sólo querían complicarle las cosas a la CCAA madrileña, gobernada por el PP. Lo mismo ocurre en otras CCAA gobernadas por este partido (Valencia, por ejemplo), donde estos sindicatos no dudan en convocar movilizaciones, mientras que, al mismo tiempo, parece que las condiciones de trabajo "son excelentes" en otras CCAA y ámbitos donde el que gobierna es el PSOE.
Muy poca credibilidad es esa...
Sin embargo, en la huelga del metro de Madrid, la Asamblea de trabajadores fue soberana, cosa que no ocurre en la mayoría de las huelgas convocadas por estos impresentables. Solidaridad Obrera ha hecho un papel EXCELENTE Y ENCOMIABLE. Y no se van a dar por vencido, porque para ellos, la lucha continúa.
Pasen y vean:
Adiós unidad sindical, ADIOS CONVENIO COLECTIVO DEL METRO DE MADRID:
http://www.solidaridadobrera.org/index.php?option=com_content&view=article&id=1946:fin-del-convenio-200912-aviso-8310&catid=15:trabajadores-en-general-de-metro&Itemid=261
FIN DEL CONVENIO 2009/12
Al final nuestros salarios se ven reducidos en el 1%, para regocijo de la condesa.
Para esta Sección Sindical es inaceptable que no se hayan archivado los expedientes disciplinarios, ya que la empresa ha dado por finalizado el conflicto exigiendo la desconvocatoria de la huelga. Históricamente siempre se cerraban los conflictos adjuntando al acuerdo una cláusula de retirada de los expedientes
...Esta Sección Sindical seguirá sacando información de las cuentas, partidas, pufos etc. a los medios de comunicación, continuará denunciando la política corrupta del gobierno de la comunidad y emprenderá la vía judicial.
Está claro que los sindicatos oficialistas sólo querían complicarle las cosas a la CCAA madrileña, gobernada por el PP. Lo mismo ocurre en otras CCAA gobernadas por este partido (Valencia, por ejemplo), donde estos sindicatos no dudan en convocar movilizaciones, mientras que, al mismo tiempo, parece que las condiciones de trabajo "son excelentes" en otras CCAA y ámbitos donde el que gobierna es el PSOE.
Muy poca credibilidad es esa...
Sin embargo, en la huelga del metro de Madrid, la Asamblea de trabajadores fue soberana, cosa que no ocurre en la mayoría de las huelgas convocadas por estos impresentables. Solidaridad Obrera ha hecho un papel EXCELENTE Y ENCOMIABLE. Y no se van a dar por vencido, porque para ellos, la lucha continúa.
Pasen y vean:
Adiós unidad sindical, ADIOS CONVENIO COLECTIVO DEL METRO DE MADRID:
http://www.solidaridadobrera.org/index.php?option=com_content&view=article&id=1946:fin-del-convenio-200912-aviso-8310&catid=15:trabajadores-en-general-de-metro&Itemid=261
FIN DEL CONVENIO 2009/12
Al final nuestros salarios se ven reducidos en el 1%, para regocijo de la condesa.
Para esta Sección Sindical es inaceptable que no se hayan archivado los expedientes disciplinarios, ya que la empresa ha dado por finalizado el conflicto exigiendo la desconvocatoria de la huelga. Históricamente siempre se cerraban los conflictos adjuntando al acuerdo una cláusula de retirada de los expedientes
...Esta Sección Sindical seguirá sacando información de las cuentas, partidas, pufos etc. a los medios de comunicación, continuará denunciando la política corrupta del gobierno de la comunidad y emprenderá la vía judicial.
Invitado- Invitado
Re: HUELGA DEL METRO DE MADRID: PARADIGMA DE LUCHA
inifugo escribió:Sin embargo, en la huelga del metro de Madrid, la Asamblea de trabajadores fue soberana,
Para esta Sección Sindical es inaceptable que...
Es curioso lo mal que aceptan los "asamblearios" las decisiones de la asamblea. Resulta que consideran inaceptable algo que se ha decidido por mayoría asamblearia, según ellos mismos reconocen.
Pongo aquí el párrafo que inifugo "ha olvidado", y que estaba exactamente en medio de los que ha copiado:
ASAMBLEA DE TRABAJADORES
En el preacuerdo consta que el pacto tenía que ser validado por Asamblea de Trabajadores y ello ocurrió en el día de ayer.
Los trabajadores votaron 513 a favor de la propuesta de la mayoría del Comité de Huelga de ratificar el acuerdo contra 238 a favor de la nuestra:
Invitado- Invitado
Re: HUELGA DEL METRO DE MADRID: PARADIGMA DE LUCHA
vardo escribió:inifugo escribió:Sin embargo, en la huelga del metro de Madrid, la Asamblea de trabajadores fue soberana,
Para esta Sección Sindical es inaceptable que...
Es curioso lo mal que aceptan los "asamblearios" las decisiones de la asamblea. Resulta que consideran inaceptable algo que se ha decidido por mayoría asamblearia, según ellos mismos reconocen.
Pongo aquí el párrafo que inifugo "ha olvidado", y que estaba exactamente en medio de los que ha copiado:
ASAMBLEA DE TRABAJADORES
En el preacuerdo consta que el pacto tenía que ser validado por Asamblea de Trabajadores y ello ocurrió en el día de ayer.
Los trabajadores votaron 513 a favor de la propuesta de la mayoría del Comité de Huelga de ratificar el acuerdo contra 238 a favor de la nuestra:
Inaceptable, que esta gente pueda votar y decidir a quien vota, no se donde vamos a parar....
Invitado- Invitado
Re: HUELGA DEL METRO DE MADRID: PARADIGMA DE LUCHA
Inifugo no escribió
Sin embargo, en la huelga del metro de Madrid, la Asamblea de trabajadores fue soberana
sino que escribió,
Sin embargo, en la huelga del metro de Madrid, la Asamblea de trabajadores fue soberana, cosa que no ocurre en la mayoría de las huelgas convocadas por estos impresentables. Solidaridad Obrera ha hecho un papel EXCELENTE Y ENCOMIABLE. Y no se van a dar por vencido, porque para ellos, la lucha continúa.
Frase que, por cierto, implícitamente ya da a entender que las decisiones se tomaron por mayoría de la asamblea. Y también da a entender que el sindicato Solidaridad Obrera va a seguir plantando batalla, cosa que en nada va a perjudicar a la asamblea soberana, sino que en todo caso, se hará en beneficio de toda la plantilla del Metro de Madrid.
Lo que es inaceptable para este sindicato es que se vulnere lo estipulado en el Convenio Colectivo, que era precisamente el motivo de esta huelga. Queda claro que los trabajadores que votaron en contra de desconvocar la huelga así lo entendieron.
Todo esto es muy evidente; pero claro, no todos tenemos la misma capacidad de entendimiento...
Sin embargo, en la huelga del metro de Madrid, la Asamblea de trabajadores fue soberana
sino que escribió,
Sin embargo, en la huelga del metro de Madrid, la Asamblea de trabajadores fue soberana, cosa que no ocurre en la mayoría de las huelgas convocadas por estos impresentables. Solidaridad Obrera ha hecho un papel EXCELENTE Y ENCOMIABLE. Y no se van a dar por vencido, porque para ellos, la lucha continúa.
Frase que, por cierto, implícitamente ya da a entender que las decisiones se tomaron por mayoría de la asamblea. Y también da a entender que el sindicato Solidaridad Obrera va a seguir plantando batalla, cosa que en nada va a perjudicar a la asamblea soberana, sino que en todo caso, se hará en beneficio de toda la plantilla del Metro de Madrid.
Lo que es inaceptable para este sindicato es que se vulnere lo estipulado en el Convenio Colectivo, que era precisamente el motivo de esta huelga. Queda claro que los trabajadores que votaron en contra de desconvocar la huelga así lo entendieron.
Todo esto es muy evidente; pero claro, no todos tenemos la misma capacidad de entendimiento...
Invitado- Invitado
Re: HUELGA DEL METRO DE MADRID: PARADIGMA DE LUCHA
inifugo escribió:Inifugo no escribió
sino que escribió,
Pffff, si mostraras tanto respeto como reclamas...
De todos modos, lo que veo es que no niegas que hayas "manipulado" el trozo en el que se te "olvidó" copiar el hecho de que la asamblea había tomado una decisión mayoritaria.
¿Recibis algún tipo de curso pro-manipulación de la verdad en el sin-dicato que escribe el Rosa y Gris?
De todos modos y continuando con el asunto: la asamblea tomó una decisión y unos cuantos se niegan a acatarla porque continúan haciendo la guerra por su lado. Son los típicos que reclaman solidaridad para incumplirla en el primer minuto que no les gusta.
Nada sorprendente, evidentemente, cuando hace mucho que se conoce la catadura moral de esa caterva.
Invitado- Invitado
Re: HUELGA DEL METRO DE MADRID: PARADIGMA DE LUCHA
¿cómo? ¿el troll del foro hablando de "catadura moral" de la gente?
¿cual es la catadura moral de un participante que sólo entra en este foro para criticar lo que escriben los demás, sin aportar absolutamente nada constructivo que no sea otra cosa que mierda y destrucción?
Por mucho que te empeñes, aquí el único que manipula frases, las recorta y tergiversa la verdad eres tú, desde hace muchísimo tiempo.
Fíjate en lo que dices:
De todos modos y continuando con el asunto: la asamblea tomó una decisión y unos cuantos se niegan a acatarla porque continúan haciendo la guerra por su lado.
¿dónde pone que los de Solidariad Obrera no acaten la decisión de la asamblea? En ningún sitio; es la típica argumentación tergiversadora y calumniosa a la que nos tienes acostumbrados por aquí.
Con la edad que debes tener ya, ¿no te da vergüenza actuar de esa manera?
Por lo demás, debo recordarte que las cosas que escribo por aquí no están dirigidas a tí en absoluto, pues serías la última persona a la que pretendería explicarle todo lo que expongo, como comprenderás...
Vardo, ¿Por qué no te tomas unas largas vacaciones del permanente incordio que significas para este foro?
Porque encontrar entretenimiento y regocijo en desacreditar la participación de los otros foreros es mezquino y rastrero hasta decir basta. ¿no os parece eso al resto de compañeros?
Lárgate ya del foro y búscate otro entretenimiento que no nos moleste a los demás, anda...
¿cual es la catadura moral de un participante que sólo entra en este foro para criticar lo que escriben los demás, sin aportar absolutamente nada constructivo que no sea otra cosa que mierda y destrucción?
Por mucho que te empeñes, aquí el único que manipula frases, las recorta y tergiversa la verdad eres tú, desde hace muchísimo tiempo.
Fíjate en lo que dices:
De todos modos y continuando con el asunto: la asamblea tomó una decisión y unos cuantos se niegan a acatarla porque continúan haciendo la guerra por su lado.
¿dónde pone que los de Solidariad Obrera no acaten la decisión de la asamblea? En ningún sitio; es la típica argumentación tergiversadora y calumniosa a la que nos tienes acostumbrados por aquí.
Con la edad que debes tener ya, ¿no te da vergüenza actuar de esa manera?
Por lo demás, debo recordarte que las cosas que escribo por aquí no están dirigidas a tí en absoluto, pues serías la última persona a la que pretendería explicarle todo lo que expongo, como comprenderás...
Vardo, ¿Por qué no te tomas unas largas vacaciones del permanente incordio que significas para este foro?
Porque encontrar entretenimiento y regocijo en desacreditar la participación de los otros foreros es mezquino y rastrero hasta decir basta. ¿no os parece eso al resto de compañeros?
Lárgate ya del foro y búscate otro entretenimiento que no nos moleste a los demás, anda...
Invitado- Invitado
Re: HUELGA DEL METRO DE MADRID: PARADIGMA DE LUCHA
inifugo escribió:¿cómo? ¿el troll del foro hablando de "catadura moral" de la gente?
¿cual es la catadura moral de un participante que sólo entra en este foro para criticar lo que escriben los demás, sin aportar absolutamente nada constructivo que no sea otra cosa que mierda y destrucción?
Me alegra que te preguntes por mi catadura moral. La tuya, para mí, es absolutamente clara hace tiempo.
Respecto a que yo aporto a este foro "mierda y destrucción", bueno, cada uno ve el mundo según el color de las gafas con las que mira. Tú sabrás de qué te alimentas.
inifugo escribió: es mezquino y rastrero hasta decir basta.
De mezquindad tengo la suficiente. He tenido muy buenos maestros aquí.
inifugo escribió: Con la edad que debes tener ya, ¿no te da vergüenza actuar de esa manera?
¿Te da vergüenza actuar como actúas tú? Porque con la edad que debes tener ya...
Si la edad fuera una cura, entonces no estaríamos aquí ninguno de los dos.
Invitado- Invitado
Re: HUELGA DEL METRO DE MADRID: PARADIGMA DE LUCHA
Reproduzco íntegro este comentario de KAOSENLARED, por considerarlo sumamente interesante, aunque abierto al debate, por supuesto:
Reflexiones tras la Huelga del Metro
Tras la huelga de Metro de Madrid, se impone una reflexión profunda sobre las tareas a cumplir por la izquierda antagonista.
http://www.kaosenlared.net/noticia/reflexiones-tras-huelga-metro
En la actual coyuntura de despliegue de la crisis más profunda del sistema mundo capitalista en los últimos cien años, se impone un análisis tentativo de las tareas que, aquellos que pretendemos transformar el mundo en una dirección más social y democrática, hemos de encarar de manera urgente.
Tras la absoluta auto-derrota infligida a y por los sindicatos mayoritarios entorno al primer acto de la oleada de ajustes salvajes que se han puesto en marcha en el Estado Español (el paro-farsa de los funcionarios), la huelga del Metro de Madrid ha logrado convertirse en un jalón importante en el proceso de constitución de una alternativa al intento de que sean las clases trabajadoras las que paguen la crisis (lo que no puede hacer más que agravarla). La huelga de Metro, como primer intento serio de parar medidas concretas del ajuste, se transformó en poco tiempo en una lucha cuasi-épica que deja en su cierre, posiblemente en falso, varias lecciones a atender:
En primer lugar, gracias a la huelga del Metro se ha hecho de nuevo visible una enseñanza radical de la realidad: la lucha sirve para algo. Quizás los que hayan visto el resultado final del proceso desde la empresa privada no sean tan enteramente conscientes de esta moraleja profunda de la lucha del suburbano, pero los funcionarios públicos pueden verlo con plena claridad, al comparar los resultados de su pasividad fatalista con la actitud beligerante de los trabajadores del Metro. Las medidas no han pasado tal y como estaban planteadas, el pago de la factura se ha vuelto más equilibrado entre los distintos sectores implicados (con rebajas de emolumentos de los directivos, que sustituyen a parte de la cercenación de sueldos de los empleados).
Que la lucha sirve para algo y que es, por tanto, un camino que puede y debe ser recorrido es, pues, parte de la narrativa fundamental que la huelga de Metro inaugura. Una enseñanza, por otra parte, esencial en un momento en el que el radical fracaso del paro-farsa de los funcionarios había amplificado el sempiterno mensaje derrotista del social-liberalismo.
Pero, en segundo lugar, la huelga del suburbano también ha demostrado que la fuerza de los sectores populares, en este concreto momento, no es aún suficiente para derrotar claramente los planes de ajuste, para frenarlos en seco. No hay suficiente masa crítica en el movimiento antagonista ni está lo bastante organizado para revertir de verdad el proceso de descomposición social profundizado por el neoliberalismo en su última etapa.
Reorganizarnos, confluir, esculpir los organismos necesarios para la lucha es, ahora, más imprescindible que nunca, pues la exigencia de los tiempos está muy por encima de nuestro rutinario vegetar en nuestros espacios tradicionales.
Así, la falta de una trama contrainformativa que fuera más allá de los ámbitos militantes, se hizo sentir con fuerza a los tres días de huelga, ante la avalancha mediática que intentó anegar a los trabajadores y a su lucha. Lo que nos enseña que debemos de dotarnos de una fuerte red de medios de comunicación que no sólo sirvan para el debate interno, sino también para llegar a toda la gran masa de ciudadanos que permanecen al margen de nuestros pequeños mundos auto-referenciales.
Asimismo, las inefables maniobras de los sindicatos mayoritarios que llevaron la lucha a su final nos enseñan los límites siempre presentes de la socialdemocracia y sus estructuras en circunstancias como las actuales. Creerse que el reformismo social puede ser operativo en el marco de la crisis y que, por lo tanto, existe la posibilidad de una lucha de posiciones a corto plazo, es el resultado del abandono ideológico que lleva a no comprender la dimensión de la apuesta que los ajustes actuales representan, el tamaño titánico del proceso de descomposición a que se quiere someter a nuestras sociedades.
Pero, para sobrepasar a la socialdemocracia y alcanzar a dotar de sentido a la rabia de los sectores populares, atenazados y golpeados por las medidas gubernamentales y de los inversores financieros, se vuelve imprescindible que la acción de los mismos se transforme en consciente y (diré la “maldita” palabra) organizada.
Porque la huelga del Metro de Madrid hubiese sido imposible sin grandes dosis de consciencia de clase y sin niveles de organización interna dignos de envidia. Pese a la pacata narración de la lucha de muchos sectores que, por su propia tradición dogmática, se niegan a reconocer la presencia de los grupos organizados en el Metro de Madrid, el trabajo de décadas del sindicalismo libertario organizado (vía Solidaridad Obrera) en la empresa ha constituido la base sobre la que se ha podido levantar el edificio de la huelga. Decir que la huelga era “espontánea” (para no reconocer méritos a quienes se califica de “no conscientes” por definición), no ayuda en nada a comprender la dinámica real de la lucha. Cómo, más allá de palabrerías entorno al “Partido-Guía”, la presencia de grupos organizados y conscientes es necesaria para prender la chispa antagonista.
Organizarnos, pues, organizar la resistencia a los planes de ajuste. Organizarnos, además, en toda la profundidad de la palabra: en los lugares de trabajo, en los barrios, en las fábricas que se pretende cerrar (recuperándolas y poniéndolas a producir, si es posible), en los centros de estudio, en todos los ámbitos sociales. Organizar a los trabajadores de las grandes empresas y también a los precarios.
Generando dinámicas asamblearias interconectadas en las que las clases populares puedan compartir sus propios problemas y hacer avanzar sus propios intereses democráticos: desde la necesidad de parar los desahucios, a la de organizar la Huelga General, pasando por la imposición a los poderes públicos de la contratación de servicios a cooperativas de parados, o por la confección de un programa serio y común de transformación social, que se hace cada vez más necesario.
Se trata, en definitiva, de tomar en nuestras manos nuestras vidas, no de un simple proceso reivindicativo, pues como ya adelantamos, la apuesta de los próximos decenios va a ser demasiado alta para quedarse con una simple “defensa de lo existente” frente a la apisonadora neoliberal. Más allá del electoralismo o la sumisión, del tribu-urbanismo o la dogmática, en la interrelación y organización de nuevas expresiones asamblearias y de masas del contrapoder popular (los nuevos soviets, sindicatos y colectividades) , está la única salida.
Debemos aprender de los compañeros griegos y, como ellos están tratando de hacer, de los movimientos sociales latinoamericanos, cómo encarar las situaciones dramáticas que nos esperan reforzando la posición de fuerza de las clases trabajadoras. Y ello, si es posible, sin cometer sus mismos errores.
El futuro ha comenzado. El mundo en que vivíamos es ya el pasado.
José Luis Carretero Miramar.
Reflexiones tras la Huelga del Metro
Tras la huelga de Metro de Madrid, se impone una reflexión profunda sobre las tareas a cumplir por la izquierda antagonista.
http://www.kaosenlared.net/noticia/reflexiones-tras-huelga-metro
En la actual coyuntura de despliegue de la crisis más profunda del sistema mundo capitalista en los últimos cien años, se impone un análisis tentativo de las tareas que, aquellos que pretendemos transformar el mundo en una dirección más social y democrática, hemos de encarar de manera urgente.
Tras la absoluta auto-derrota infligida a y por los sindicatos mayoritarios entorno al primer acto de la oleada de ajustes salvajes que se han puesto en marcha en el Estado Español (el paro-farsa de los funcionarios), la huelga del Metro de Madrid ha logrado convertirse en un jalón importante en el proceso de constitución de una alternativa al intento de que sean las clases trabajadoras las que paguen la crisis (lo que no puede hacer más que agravarla). La huelga de Metro, como primer intento serio de parar medidas concretas del ajuste, se transformó en poco tiempo en una lucha cuasi-épica que deja en su cierre, posiblemente en falso, varias lecciones a atender:
En primer lugar, gracias a la huelga del Metro se ha hecho de nuevo visible una enseñanza radical de la realidad: la lucha sirve para algo. Quizás los que hayan visto el resultado final del proceso desde la empresa privada no sean tan enteramente conscientes de esta moraleja profunda de la lucha del suburbano, pero los funcionarios públicos pueden verlo con plena claridad, al comparar los resultados de su pasividad fatalista con la actitud beligerante de los trabajadores del Metro. Las medidas no han pasado tal y como estaban planteadas, el pago de la factura se ha vuelto más equilibrado entre los distintos sectores implicados (con rebajas de emolumentos de los directivos, que sustituyen a parte de la cercenación de sueldos de los empleados).
Que la lucha sirve para algo y que es, por tanto, un camino que puede y debe ser recorrido es, pues, parte de la narrativa fundamental que la huelga de Metro inaugura. Una enseñanza, por otra parte, esencial en un momento en el que el radical fracaso del paro-farsa de los funcionarios había amplificado el sempiterno mensaje derrotista del social-liberalismo.
Pero, en segundo lugar, la huelga del suburbano también ha demostrado que la fuerza de los sectores populares, en este concreto momento, no es aún suficiente para derrotar claramente los planes de ajuste, para frenarlos en seco. No hay suficiente masa crítica en el movimiento antagonista ni está lo bastante organizado para revertir de verdad el proceso de descomposición social profundizado por el neoliberalismo en su última etapa.
Reorganizarnos, confluir, esculpir los organismos necesarios para la lucha es, ahora, más imprescindible que nunca, pues la exigencia de los tiempos está muy por encima de nuestro rutinario vegetar en nuestros espacios tradicionales.
Así, la falta de una trama contrainformativa que fuera más allá de los ámbitos militantes, se hizo sentir con fuerza a los tres días de huelga, ante la avalancha mediática que intentó anegar a los trabajadores y a su lucha. Lo que nos enseña que debemos de dotarnos de una fuerte red de medios de comunicación que no sólo sirvan para el debate interno, sino también para llegar a toda la gran masa de ciudadanos que permanecen al margen de nuestros pequeños mundos auto-referenciales.
Asimismo, las inefables maniobras de los sindicatos mayoritarios que llevaron la lucha a su final nos enseñan los límites siempre presentes de la socialdemocracia y sus estructuras en circunstancias como las actuales. Creerse que el reformismo social puede ser operativo en el marco de la crisis y que, por lo tanto, existe la posibilidad de una lucha de posiciones a corto plazo, es el resultado del abandono ideológico que lleva a no comprender la dimensión de la apuesta que los ajustes actuales representan, el tamaño titánico del proceso de descomposición a que se quiere someter a nuestras sociedades.
Pero, para sobrepasar a la socialdemocracia y alcanzar a dotar de sentido a la rabia de los sectores populares, atenazados y golpeados por las medidas gubernamentales y de los inversores financieros, se vuelve imprescindible que la acción de los mismos se transforme en consciente y (diré la “maldita” palabra) organizada.
Porque la huelga del Metro de Madrid hubiese sido imposible sin grandes dosis de consciencia de clase y sin niveles de organización interna dignos de envidia. Pese a la pacata narración de la lucha de muchos sectores que, por su propia tradición dogmática, se niegan a reconocer la presencia de los grupos organizados en el Metro de Madrid, el trabajo de décadas del sindicalismo libertario organizado (vía Solidaridad Obrera) en la empresa ha constituido la base sobre la que se ha podido levantar el edificio de la huelga. Decir que la huelga era “espontánea” (para no reconocer méritos a quienes se califica de “no conscientes” por definición), no ayuda en nada a comprender la dinámica real de la lucha. Cómo, más allá de palabrerías entorno al “Partido-Guía”, la presencia de grupos organizados y conscientes es necesaria para prender la chispa antagonista.
Organizarnos, pues, organizar la resistencia a los planes de ajuste. Organizarnos, además, en toda la profundidad de la palabra: en los lugares de trabajo, en los barrios, en las fábricas que se pretende cerrar (recuperándolas y poniéndolas a producir, si es posible), en los centros de estudio, en todos los ámbitos sociales. Organizar a los trabajadores de las grandes empresas y también a los precarios.
Generando dinámicas asamblearias interconectadas en las que las clases populares puedan compartir sus propios problemas y hacer avanzar sus propios intereses democráticos: desde la necesidad de parar los desahucios, a la de organizar la Huelga General, pasando por la imposición a los poderes públicos de la contratación de servicios a cooperativas de parados, o por la confección de un programa serio y común de transformación social, que se hace cada vez más necesario.
Se trata, en definitiva, de tomar en nuestras manos nuestras vidas, no de un simple proceso reivindicativo, pues como ya adelantamos, la apuesta de los próximos decenios va a ser demasiado alta para quedarse con una simple “defensa de lo existente” frente a la apisonadora neoliberal. Más allá del electoralismo o la sumisión, del tribu-urbanismo o la dogmática, en la interrelación y organización de nuevas expresiones asamblearias y de masas del contrapoder popular (los nuevos soviets, sindicatos y colectividades) , está la única salida.
Debemos aprender de los compañeros griegos y, como ellos están tratando de hacer, de los movimientos sociales latinoamericanos, cómo encarar las situaciones dramáticas que nos esperan reforzando la posición de fuerza de las clases trabajadoras. Y ello, si es posible, sin cometer sus mismos errores.
El futuro ha comenzado. El mundo en que vivíamos es ya el pasado.
José Luis Carretero Miramar.
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